Saltar al contenido

La fiebre del certificado energético: cómo las ayudas convirtieron un trámite olvidado en oro.

La llegada de las últimas ayudas y subvenciones relacionadas con la eficiencia energética colapsa un mercado en el que hay peleas hasta por conseguir un certificado lanzado en 2013, extraviado y que es necesario para conseguir el dinero público. Las ayudas convirtieron el trámite en oro.

Hace algo más de un año, el aumento disparado de los precios de la energía empezó a llamar la atención de miles de propietarios que de repente descubrieron que su casa era un coladero energético. Un interés que se unió a la llegada de los primeros fondos europeos dedicados a la rehabilitación de inmuebles para mejorar su eficiencia. Todo parecía cuadrar. Esos fondos ayudarían a paliar la crisis y a la vez reducirían la diferencia de los hogares españoles con los del resto de Europa. Pero lo ocurrido este invierno, con el fracaso de la tarifa regulada para comunidades de vecinos ante los problemas de certificación, ha terminado por sacar a la luz otra realidad. La altísima demanda ha colapsado el sistema.

Certificación en España

Todo lo de eficiencia energética en España es algo bastante nuevo y nunca se le ha dado mucha importancia. El certificado se aprobó en 2013 como un documento oficial que determinara el nivel de consumo de energía de un inmueble con diferentes letras y colores. Pero se hizo simplemente como un complemento informativo más, obligatorio solo para el alquiler y la compraventa». Sin embargo, en 2021 se tuvo que actualizar la normativa de la certificación para dar más rigor a las mediciones.

El Gobierno vio en la lluvia de millones europeos llegados tras el covid el momento perfecto para dar la vuelta a la tortilla y coló varias de las medidas que llevaba años promulgando como requisitos indispensables para conseguir una parte de esos fondos públicos. La idea parecía funcionar. Las comunidades de vecinos que llevaban años siendo reticentes a sacar certificados, cambiar calderas o colocar medidores individuales en sus calefacciones centrales, se pusieron a la cola de las reformas con la idea de aprovechar las subvenciones. Decenas de empresas empezaron a lanzar propuestas de grandes rehabilitaciones por precios bajísimos aprovechando los fondos Next. Las ayudas convirtieron el trámite en oro.

Mientras en países como Francia las actuaciones de mejora energética llegan a las 30.000 al año, en España no pasan de las 800 o 900. Los números han ido creciendo, según los informes (el último que se hizo es de finales de 2021), pero están lejos de las cifras de los vecinos y la gran pregunta es si tenemos capacidad para mantener esta apuesta.

Nuevo Portal de búsqueda de Certificados Energéticos

El verano pasado, con la idea de mostrar la realidad de la situación, el MITECO lanzó un geoportal en el que se puede buscar el certificado de cada inmueble calle a calle. Pues aún a día de hoy faltan varias comunidades por subir sus datos y un vistazo a cada ciudad basta para ver que faltan muchos hogares por pasar sus exámenes energéticos. La UE pide que para 2030 todos los edificios tengan un certificado E y para 2033 lleguen al D.

https://www.elconfidencial.com/economia/2023-04-02/certificado-eficiencia-energetica-cuello-botella-ayuda_3601876/